En ocasiones mantener la salud de la piel puede ser complicado. Dependiendo del clima, de las estaciones del año o de la contaminación puede cambiar su estado al igual que si sufrimos cambios hormonales o incluso psicológicos y emocionales. Esto pueden afectar alterando el equilibrio de nuestra piel, por lo que, es normal que en ella podamos percibir la exteriorización de todos estos cambios. Se estima que en la actualidad, cada vez somos más los que presentamos síntomas de piel sensible, concretamente, un 60% de la población sufre este problema*.
Además, existe un un cierto desconocimiento sobre como se debe cuidar la piel, bien es cierto que, al no tratarse de una enfermedad como tal, no existe una cura determinada, pero sí unos tratamientos específicos con los que mantener la salud de la piel. Al final, es cuestión de saber escuchar nuestro cuerpo para identificar sus necesidades y poder aportarle los cuidados que tanto necesita en cualquier momento.
Por ello, te vamos a dar unos consejos para que sepas identificar las características de la piel sensible, así como saber si tienes la piel sensible, sus causas y las soluciones para un cuidado de la piel óptimo.
Cómo saber si tengo piel sensible
Se considera piel sensible, aquella que tiene un umbral de tolerancia inferior al de una piel normal, es decir; reacciona frente a estímulos a los que una piel normal no reacciona. Dentro de los síntomas que más se pueden percibir al detectar la piel sensible, son la sequedad, el enrojecimiento de la piel, hinchazón y en ocasiones, la piel puede llegar a cuartearse y desescamarse. Debido a estas afecciones podemos sentir picores, ardores, sensación de sequedad y tirantez. El proceso que provoca todos estos síntomas se explica cuando los niveles de ácido de la piel disminuyen, puesto que es el encargado de que la barrera natural de la piel se mantenga flexible y elástica. Si este mecanismo falla no podrá protegerla de factores externos o limitar la cantidad de agua perdida, lo que puede causar deshidratación, siendo éstas las principales características de la piel sensible.
Si aún sigues en el proceso de como saber si tienes la piel sensible, lo mejor es fijarse en las zonas donde comúnmente aparecen primero éstas irritaciones, que por lo general suele ser en el cuero cabelludo, pliegues como las axilas, cara interna de codos, rodillas y manos. Otra de las característica de la piel sensible es que tiene una baja tolerancia a muchos componentes de cosmética que la hacen reaccionar.
Causas internas de la piel seca y sensible
Los cambios hormonales producen pequeñas inestabilidades en nuestro cuerpo, debido a la menstruación, los embarazos, el proceso de desarrollo en la adolescencia y la menopausia pueden afectar creando irritaciones o roturas en la piel. En determinadas ocasiones como los embarazos, se pueden llegar a desarrollar estrías que, causan rojeces y dolor.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta el paso del tiempo, la piel evoluciona dependiendo de la edad. En periodos de lactancia o edades más avanzadas, la piel se muestra más fina y delicada, por lo que su función de barrera natural es menos eficiente, lo que puede perjudicar a los niveles naturales de pH e incrementar la deshidratación. A su vez, no podemos olvidarnos de los más pequeños, los cuales pueden sufrir daños en sus pliegues o zonas íntimas.
Causas externas que provocan la piel sensible
Una de las principales causas, exógenas al cuerpo humano, de la piel sensible son los cambios de temperatura. En ocasiones en los que la humedad es muy reducida y el aire muy frio, el cuerpo comenzará a trabajar para mantener el calor lo que provoca que los vasos sanguíneos se contraigan y expriman, por lo que se quedan si la suficiente humedad, con la que mantener la hidratación de la piel. Algunas de las consecuencias pueden ser sequedad y la caída de la capa superficial de la piel.
No sólo las bajas temperaturas pueden afectar, si nos encontramos en climas cálidos y además húmedos, se puede generar una excesiva producción de sudor, lo que puede causar desde irritaciones, rojeces e incluso sequedad por falta de hidratación.
La radiación solar y la contaminación son otras de las causas externas que afectan a la fuerza y resistencia de las defensas de la piel, lo cual causa que se produzca sequedad y en consecuencias irritaciones.
Otra de las causas, que pasa desapercibida, es el uso detergentes o jabones que pueden producir daños de manera inconsciente, estos productos a la vez que eliminan toda la suciedad también eliminan una gran cantidad de lípidos protectores de la piel, lo que acaba provocando sequedad e irritaciones, además de desequilibrar el pH natural de la piel.
Cómo cuidar la piel seca y sensible? Tips y pasos a seguir:
La sensibilidad de la piel depende muchos factores, pero es cierto que a los que mas estamos expuestos es a los externos. Hace poco ya os dimos algunos consejos para hidratar manos secas y agrietadas. En este caso, te planteamos unos pequeños consejos que facilitarán la evolución de la piel de tu cuerpo a un estado mucho más saludable.
- Protección solar: la radiación solar puede incrementar la sensibilidad. Por ello, es preferible evitar los momentos en los que la radiación es directa. La mejor forma de protección es vestir con ropa protectora y a su vez, protector solar, sobre todo en pieles como la de los pequeños que reciben 3 veces más radiación que los adultos.
- Higiene diaria: para este momento íntimo, lo mejor es no pasar demasiado tiempo bajo el agua o que la temperatura sea muy elevada. Lo mejor es asegurarse de que los productos que uses como tratamiento contengan un alto contenido en ingredientes de origen natural, y si es certificado por Ecocert ¡mejor que mejor!
- En cuanto al uso de productos cosméticos, hay una serie de ingredientes que producen irritación y que si padeces de piel sensible, deberías de evitar:
- Perfumes: que contienen componentes potencialmente alergénicos como eugenol, geraniol, limoneno y linalool.
- Conservantes: sobre todo los liberadores de formol (imidazolidinil urea), ácido sórbico y parabenos. También destaca el fenoxyetanol, su metabolismo se descompone a acetaldehído y a fenol sustancias irritantes.
- Surfactantes: el sodium laureth sulfate y el sodium lauryl sulfate, que son responsables de la espuma que producen todos los jabones, geles y champús, pero tienen el problema de su acción irritante de la piel.
- Derivados del petróleo: aceites minerales, parafinas, vaselina y la mayoría de las siliconas (dimeticone, dimeticonol, todo lo que acabe en -cone o -xane, como ciclopentasiloxane).
¿Qué productos me pueden ayudar?
Si aún no conoces ninguno o no sabes cual escoger, siempre puedes optar por una marca como Dr. Tree de Phergal Laboratorios. Se trata de cosmética natural formulada específicamente para pieles sensibles:
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- Todos sus productos fortalecen el microbioma, la defensa natural de la piel.
- Están testados bajo control dermatológico y pediátrico.
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*Fuente: Portalfarma.com – Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos