
La betaína es una sustancia natural con propiedades antioxidantes, hidratantes, calmantes y protectores, y, sin embargo, suele ser una gran desconocida.
Se da de forma natural en el organismo, pero también puedes encontrarla en alimentos, complementos alimenticios o en productos cosméticos, especialmente en el tratamiento de pieles y cabellos deshidratados y envejecidos.
Si deseas seguir profundizando en este compuesto, sigue acompañándonos porque vamos a hablarte de qué es la betaína, cuáles son sus propiedades y cómo puedes incorporarla en tus rutinas para el cuidado de la piel.
¿Qué es la betaína?
La betaína o trimetilglicina es un compuesto orgánico derivado de la colina que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano y en alimentos como las espinacas, la remolacha, el arroz integral, la batata, los cereales, la carne de res y algunos mariscos.
Además, puede sintetizarse químicamente en forma de clorhidrato o monohidrato a partir del ácido monocloracético o la trimetilamina.
Este nutriente activo desarrolla dos funciones significativas en el organismo. Por un lado, es un donante de metilo que favorece la metabolización de las proteínas, el hierro, el calcio o la vitamina B12, además de participar en otros procesos fisiológicos relevantes.
Por otro lado, funciona como un osmolito, esto es, ayuda a regular la presión osmótica que es crucial para el funcionamiento de las células y los tejidos, ayudando a evitar la deshidratación o el exceso de agua.
¿Para qué sirve la betaína?
La betaína se utiliza en múltiples ámbitos como el de la farmacología, la nutrición y la cosmética. Se trata de un ingrediente muy versátil como puedes descubrir a continuación.
Reducción de la homocisteína
La homocisteína es una molécula que en niveles elevados en sangre puede obstruir y endurecer las arterias. Esto es debido a que puede crear placa arterial y provocar problemas cardiovasculares.
La betaína actúa reduciendo sus niveles al propiciar la metilación por la que transfiere un metilo a la homoscisteína y la transforma en metionina, un compuesto esencial en procesos fisiológicos como la síntesis de proteínas.
Salud digestiva
La betaína cuando se consume oralmente, ya sea en alimentos o en suplementos dietéticos (normalmente combinada con ácido clorhídrico para formar betaína HCl) optimiza la digestión y alivia problemas de acidez y gastritis.
Asimismo, participa en la absorción de aminoácidos y nutrientes esenciales, y activa las enzimas digestivas.
Rendimiento deportivo
La betaína puede incrementar los niveles de creatina en los músculos, mejorando el rendimiento deportivo, sobre todo en un contexto de ejercicios de alta intensidad. Ayuda a combatir el cansancio y aumenta la resistencia de los deportistas.
A estos efectos se le suman la reducción de los niveles de homocisteína, y de riesgos cardiovasculares, así como su efecto hepatoprotector, pues ayuda a combatir la acumulación de grasas en el hígado.
Usos cosméticos de la betaína
La betaína es un compuesto muy valorado en dermocosmética por sus muchas propiedades para la piel y el cabello. Cuenta con propiedades antioxidantes, calmantes, hidratantes y protectoras.
Por esta razón, puedes encontrarla en todo tipo de formulaciones como lociones, cremas, mascarillas, sérums, champús y geles de baño, sobre todo para el tratamiento de pieles secas, estropeadas o envejecidas.
Propiedades de la betaína para el cuidado de la piel
La betaína brinda una serie de beneficios para el cuidado de la piel estratégicos y de los que puede beneficiarse toda la familia. Te los describimos.
Antioxidante
Su poder antioxidante se debe a cómo protege las células de los efectos nocivos de los radicales libres al propiciar la metilación. Este proceso participa en la síntesis de proteínas, la desintoxicación de la piel y la producción de antioxidantes como la glutatión.
Así las cosas, previene el envejecimiento prematuro de la piel y ayuda a recuperar pieles dañadas.
Hidratante y suavizante
Tal y como te hemos anticipado, la betaína es un osmólito natural que resulta un humectante muy eficaz, incluso cuando la piel se ve expuesta a condiciones extremas. Atrae y retiene el agua, previniendo la deshidratación y favoreciendo la elasticidad y firmeza cutáneas.
En el cabello actúa como acondicionador, mejorando su textura y facilitando su peinado.
Calmante y antiinflamatoria
La betaína calma la piel sensible, las irritaciones y los procesos antiinflamatorios. Gracias a ello ayuda a aliviar picores, y reduce el enrojecimiento y los procesos inflamatorios de diferente naturaleza.
Es ideal para el cuidado de las pieles sensibles o para tratar la piel tras la exposición solar.
Protector
Otra propiedad de este compuesto orgánico es cómo participa en la mejora de la función barrera de la piel, reduciendo la sensibilidad y fortaleciendo su respuesta frente a agentes externos.
Este efecto viene a sumarse a su acción hidratante lo que la convierte en un ingrediente muy beneficioso para pieles con afecciones como la rosácea, la dermatitis o el eccema.
¿Cómo incorporar la betaína en tus rutinas de cuidados corporales?
Las propiedades antioxidantes, protectoras, calmantes e hidratantes de la betaína la convierten en un ingrediente muy versátil e idóneo para incorporarlo en formulaciones multiactivas de geles de baño, limpiadores faciales, cremas corporales, champús y acondicionadores, y mascarillas.
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La acción protectora y suavizante de la betaína crea sinergias con el aceite de abisinia, rico en ácidos grasos, y el extracto de margarita azul que ayuda a retardar el envejecimiento cutáneo.